Tenencia Responsable
Medidas de prevención para evitar que los niños sean víctimas de mordeduras de perros
Más de la mitad de las victimas por mordedura de perros son niños. La Asociación Americana de Medicina Veterinaria brinda una serie de recomendaciones enfocadas en la educación de los niños sobre el respeto y la convivencia con los perros.
Las mordeduras de perros representan un grave riesgo para la salud pública. Tan solo en los EE.UU. más de 4,5 millones de personas son mordidas por perros cada año, y más de 800.000 reciben atención médica por mordeduras de perros, según los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de EE.UU.
La mayoría de las mordeduras de perros la sufren los niños en el hogar o en el vecindario. Un error común que cometen las personas es creer que los perros siempre interactuarán de la misma manera, eso simplemente no es cierto. Hay muchos factores que podrían provocar que un perro muerda.
Educar a los niños sobre el respeto a los perros y evitar mordeduras es una tarea de los padres. Sobre esa base, la Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA) ha elaborado una serie de recomendaciones.
La AVMA recuerda que cualquier perro puede llegar a morder: grande o pequeño, macho o hembra, joven o viejo. Incluso la mascota más cariñosa, peluda y dulce puede morder si se le provoca. "No es la raza de un perro lo que determina si morderá, sino la historia y el comportamiento individual del perro", puntualiza.
¿Por qué muerden los perros?
Los perros muerden por una variedad de razones, pero más comúnmente como reacción a algo. Si el perro se encuentra en una situación estresante, puede morder para defenderse o defender su territorio. También por estar asustado, sentirse amenazado o para proteger a sus cachorros, su comida o un juguete.
Los perros también pueden morder porque no se sienten bien. Podrían estar enfermos o doloridos debido a una lesión o enfermedad. Incluso pueden morder durante el juego.
Prevención de mordeduras de perro
La AVMA recomienda a los padres a tomar medidas para prevenir las mordeduras de perro, entre ellas:
- Informarse a sí mismo y a los niños sobre cómo tener una buena interacción con un perro. Hay que respetar a los animales y entender que necesitan tiempo a solas a veces. No está bien correr hacia un perro, incluso si ese perro está atado y con su dueño; Hay que hacerlo con calma. También deben saber qué hacer si se enfrentan a un perro agresivo, cómo saber cuándo un perro quiere jugar y cuándo no, y cómo pedirle permiso al dueño del perro para acariciarlo. El dueño siempre debe estar allí, y en lugares al aire libre, el perro debe estar atado; este es el único momento en que es seguro acariciar a un perro desconocido o semifamiliar. También se debe enseñar a los niños a nunca acercarse a un perro extraño.
- Dividir la casa en zonas si hay niños pequeños. Debería poder mantenerse al perro en un área y al niño en otra cuando no se lo vea o se está ocupado. Hay que acostumbrar al niño y al perro a ello. Permitir que los niños interactúen con su perro regularmente, pero solo con supervisión y atención de un adulto para mantener las interacciones positivas. Las puertas para bebés brindan medios simples para zonificar el hogar. Al usar una puerta para bebés para separar al perro del niño, el perro aún puede ver y escuchar lo que sucede; aislar al perro por completo de las actividades diarias puede causar comportamientos de riesgo y debe evitarse. Hay una diferencia entre la zonificación y el encarcelamiento: con la zonificación adecuada, el perro se muestra tranquilo, cooperativo e indirectamente involucrado en ciertas actividades.
- Enseñarla al perro a respetar la puerta y las zonas. El perro entenderá que no estará atrapado detrás de la puerta por mucho tiempo y podrá interactuar directamente con su familia cuando sea apropiado. Debe comenzar a usar la zonificación cuando el perro es un cachorro como método para controlar su comportamiento, no solo para controlarlo físicamente.
- Mantener a los niños pequeños y al perro separados a menos que haya una supervisión constante de un adulto. No debe quedarse un niño a solas con el perro en un mismo ambiente. Hay que estar atentos a cualquier signo de agresión del perro hacia el niño, o de cualquier situación que pueda escalar (como un niño que toma el juguete o la comida de un perro, por ejemplo). Si el perro parece mostrar miedo o agresión que es inapropiado o difícil de entender, buscar la ayuda de un veterinario conductista para resolver el problema.
Preparar al perro para el éxito
- Socializar al perro desde cachorro. La socialización es el proceso de preparar a un perro o un gato para disfrutar de las interacciones y sentirse cómodo con otros animales, personas, lugares y actividades. Idealmente, la socialización debe comenzar durante el "período sensible", que es entre las 3 y 14 semanas de edad para los cachorros y entre las 3 y las 9 semanas para los gatitos.
- Estar con el perro cuando interactúe con personas desconocidas y no obligue a las personas a interactuar con su perro, si parecen reacias, desinteresadas o temerosas. Una interacción puede cambiar fácil y rápidamente de juego a agresión, especialmente con los niños. Sin embargo, los niños deben interactuar con los animales, y se les debe enseñar la diferencia entre tener una buena interacción y una mala.
- Retirar al perro de la situación cuando parezca estar ansioso o agitado, o se comporte de manera inapropiada. En ese caso, poner al perro en un lugar seguro y tranquilo. Al hacer esto, no se está castigando al perro, se están interrumpiendo comportamientos no deseados y da tiempo para cambiar la situación antes de que los malos comportamientos se conviertan en hábitos.
- Proporcionar al perro un espacio de descanso seguro y supervisión en situaciones de riesgo. El perro es parte de la familia y quiere ser parte de la vida familiar. Pero a veces es difícil para las personas entender completamente cómo un perro ve el mundo.
Evitar incidentes con perros extraños
- Mantenerse alejado de los perros desconocidos. Si un adulto y/o un niño ven a un perro desconocido deambulando suelto y sin supervisión, se lo debe evitar y considerar abandonar el área. Considere alertar al control de animales.
- Nunca acaricie a un perro sin preguntar primero. Tanto los adultos como los niños siempre deben pedir permiso al dueño para acariciar a su perro, incluso si es un perro que conoces o que te ha parecido amistoso antes.
- Alejarse tranquilamente cuando se enfrenta a un perro agresivo, los movimientos lentos son los mejores.
- No correr si un perro viene detrás de usted, luego tome una posición defensiva. Párese en silencio, con las manos bajas y entrelazadas al frente. Permanece quieto y mantén la cabeza baja como si miraras tus pies. Si lo derriban, cúbrase la cabeza y el cuello con los brazos y hágase un ovillo.
- Evita escalar la situación gritando, corriendo, golpeando o haciendo movimientos bruscos hacia el perro.
Evitar incidentes en el hogar
- Nunca provocar a los perros tomando sus juguetes, comida o golosinas, o fingiendo golpear o patear.
- Nunca tirar de las orejas o la cola de un perro, ni arrastrar, trepar o intentar montar perros.
- No intentar jugar a disfrazarse con el perro. A algunos perros no les gustará.
- Dejar a los perros solos cuando estén comiendo o durmiendo.
- Si un perro se va a su cama o canil, no molestarlo. Ese es el espacio del perro para quedarse solo. Un perro necesita un lugar cómodo y seguro donde el niño nunca vaya. Si usa una jaula, debe estar cubierta con una manta y cerca de un área familiar, como su sala de estar u otra área de su hogar donde la familia pase tiempo con frecuencia. Nota: no aísle a su perro ni a su jaula, o puede alentar accidentalmente el mal comportamiento