Estudio
Perros y gatos podrían compartir con sus dueños bacterias multirresistentes
Una investigación presentada en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas en Copenhague, Dinamarca, da cuenta que es posible el intercambio de organismos multirresistentes de los perros y gatos a las personas y viceversa.
El papel de los animales de compañía como reservorios potenciales de organismos multirresistentes (MDRO, bacterias que resisten el tratamiento con más de un antibiótico) es una preocupación creciente en todo el mundo.
La resistencia a los antimicrobianos se produce cuando los microbios causantes de infecciones (como bacterias, virus u hongos) evolucionan hasta hacerse resistentes al fármaco diseñado para eliminarlos.
Una investigación financiada por el Departamento Federal de Salud de Alemania y dirigida por la Dra. Carolin Hackmann, del Hospital Universitario Charité de Berlín (Alemania), se propuso averiguar si los perros y gatos sanos podrían estar transmitiendo bacterias que resisten el tratamiento con más de un antibiótico a sus dueños hospitalizados, y de la misma manera, los humanos podrían estar transmitiendo estos microbios peligrosos a sus mascotas.
El estudio acaba de ser presentando en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ECCMID) que se realizó del 14 al 18 de abril de 2023, en Copenhague (Dinamarca),
Para llevar a cabo la investigación, se recogieron hisopos nasales y rectales de 2.891 pacientes hospitalizados en el Hospital Universitario Charité de Berlín (1.184 pacientes con colonización previa o colonización al ingreso y 1.707 pacientes recién ingresados como controles), y de cualquier perro y gato que viviera en sus hogares, entre junio de 2019 y septiembre de 2022.
Los investigadores se centraron en las superbacterias más comunes en pacientes hospitalizados: Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM), enterococos resistentes a la vancomicina (ERV), Enterobacterales resistentes a las cefalosporinas de tercera generación (3GCRE) y Enterobacterales resistentes a los carbapenemes (CRE), que son resistentes a múltiples antibióticos, incluidas la penicilina y las cefalosporinas.
Utilizando la secuenciación genética identificaron tanto las especies de bacterias de cada muestra como la presencia de genes de resistencia a fármacos. La secuenciación del genoma completo se utilizó para confirmar la posible compartición de bacterias resistentes.
También se preguntó a los participantes sobre factores de riesgo bien conocidos de MDRO (por ejemplo, infecciones recientes por MDRO o uso de antibióticos, estancias hospitalarias recientes, presencia de catéteres urinarios o venosos centrales), así como información sobre el número de mascotas en el hogar, la cercanía del contacto y la salud de las mascotas.
Resultados del estudio
En general, el 30% (871/2.891) de los pacientes hospitalizados dieron positivo en las pruebas de MDRO, y el 70% (2.020/2.891) dieron negativo.
La tasa de tenencia de perros fue del 11% (93/871) y la de gatos del 9% (80/871) en los que dieron positivo a MDRO, y del 13% (267/2.020 y 253/2.020 respectivamente) en los que dieron negativo.
Se pidió a los 626 propietarios de mascotas que enviaran muestras de garganta y heces de sus mascotas. En total, 300 propietarios enviaron muestras de 400 mascotas. De estas muestras, el 15% (30/203) de los perros y el 5% (9/197) de los gatos dieron positivo para al menos una MDRO. En 4 casos, los MDRO coincidían fenotípicamente (los MDRO eran de la misma especie y mostraban la misma resistencia a los antibióticos) entre las mascotas y sus propietarios.
La secuenciación del genoma completo confirmó que sólo uno de los pares coincidentes era genéticamente idéntico en un perro y su dueño. El patógeno coincidente era Escherichia coli 3GCR (común en los intestinos de personas y animales sanos).
"Aunque el nivel de contagio entre pacientes hospitalizados y sus mascotas en nuestro estudio es muy bajo, los portadores pueden diseminar bacterias en su entorno durante meses, y pueden ser una fuente de infección para otras personas más vulnerables en el hospital, como las que tienen un sistema inmunitario débil y las muy jóvenes o ancianas", afirma Hackmann.