La leishmaniasis visceral canina es una enfermedad producida por el parásito Leishmania infantum, cuyo reservorio son los perros. La enfermedad en caninos solo tiene cura clínica pero no parasitológica, y no es transmisible de persona a persona.
¿Cómo se transmite?
Se transmite a otros canes y a las personas por la picadura de un insecto (Lutzomyia longipalpis, un flebótomo volador muy pequeño, parecido a un mosquito) que previamente ha ingerido sangre de un perro infectado con los parásitos. Al ser picados, los perros infectados se convierten en reservorios de la enfermedad y pueden volver a ser picados por otros flebótomos que seguirán diseminando la leishmaniasis. Los perros también pueden adquirir el parásito ya sea por vía sexual o desde las madres hacia sus crías a través de la placenta.

¿Cuáles son los signos clínicos?
En las personas:
•fiebre prolongada;
•aumento de tamaño del abdomen;
•pérdida de apetito y de peso;
•tos seca;
•diarrea y vómitos;
•anemia (palidez de piel y/o mucosas);
•ictericia (coloración amarilla de piel y/o mucosas).
En los perros:
•diarrea y vómitos;
•decaimiento;
•pérdida de apetito y pelo;
•descamación, especialmente alrededor de los ojos y el hocico;
•crecimiento exagerado de las uñas;
•úlceras en la piel;
•hemorragia nasal.

¿Cómo prevenirla?
• Siempre realizar la castración del perro, sea hembra o macho.
• Evitar el traslado de los caninos hacia zonas del país con presencia del insecto vector. En caso de realizarlo, aplique a su perro algún repelente contra Lutzomyia longipalpis:
- Pipetas que contengan Permetrina (50%) más Imidacloprid (10%). Protección estimada por 3 semanas.
- Collares con Deltametrina al 4%. Protección estimada por 5 meses.
Si vive en zona con vector:
• Coloque a su perro alguno de los repelentes recomendados. También puede rociar la cucha y otros lugares donde duerman los animales con esos productos. En perros menores de 12 semanas de edad -para los que no se indica el uso de pipetas ni collares- use telas mosquiteras, que pueden ser tratadas con productos repelentes para aumentar su eficacia.
• Encienda dispositivos antiinsectos desde el atardecer hasta el amanecer y coloque tela mosquitera en las puertas y ventanas de la vivienda.
• Restrinja los movimientos al aire libre en horas de mayor circulación del vector y contenga a los animales en recintos acondicionados con tela mosquitera.
• Si va a realizar actividades al aire libre, utilice repelente y ropa que cubra el cuerpo lo más posible.
• Evite que se junte materia orgánica húmeda como la hojarasca en los patios o el guano en los gallineros porque ahí es donde se desarrolla el insecto vector.
La detección temprana y la notificación inmediata de casos de leishmaniasis visceral canina son fundamentales para la implementación de medidas de prevención, control y vigilancia por parte de los organismos competentes.