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viernes 07 de febrero de 2025 - Edición Nº2171
Vet Market » Divulgación » 22 abr 2022

Fauna Silvestre

Declaran al gato andino Monumento Natural Provincial de Jujuy

Ya es ley el proyecto cuyo fin es conservar y preservar al gato andino, una especie que habita la provincia de Jujuy y donde se la considera amenazada.


 

La Legislatura jujeña aprobó la ley que declara Monumento Natural Provincial al gato andino (Leopardus jacobita), una especie amenazada en el mundo, que habita en la provincia de Jujuy, específicamente en zonas rocosas de la alta montaña de la Puna y los Altos Andes. A partir de ahora se elaborará un plan de manejo para su conservación y preservación.

La Ley Nº 6268, iniciativa del Ministerio de Ambiente a través del Ejecutivo provincial, va en consonancia con el pedido de organismos internacionales como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza que solicitaron su protección, además que el felino integra el Registro de Fauna Amenazada de la provincia de Jujuy.
 

Descripción del gato andino según el Sistema de Información de Biodiversidad de la Administración de Parques Nacionales, Argentina (SIB)

Descripción general: Es un félido de pequeño tamaño (3-6 kg aproximadamente). Su pelaje es color marrón ceniza con franjas pardo amarillentas en los flancos, ordenadas en series verticales, y barras grises oscuras en las mejillas y en las extremidades anteriores; su nariz es negra y su vientre es claro con manchas negras. Su característica más sobresaliente es una larga cola de pelaje espeso, que constituye un 60% del largo total de su cuerpo. Esta cuenta con seis a nueve anillos anchos y oscuros. Recuerda externamente al gato de los pajonales, con el que se lo confunde a menudo. En la forma del cráneo, sin embargo, presenta diferencias notables con otros gatos. El tamaño de la cámara anterior de la bulla timpánica es mayor que el de la posterior (al revés del resto de los gatos).

Distribución: Andes y Estepa Patagónica, desde el centro de Perú, cubriendo el oeste de Bolivia a norte de Chile y llegando al centro de Argentina. Su presencia está confirmada al norte de las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, Mendoza, San Juan y Neuquén. Aunque la mayoría de los datos han sido recolectados a gran altura, su rango altitudinal es muy amplio (más de 5000 a alrededor de 600 msnm) Al parecer su distribución geográfica actual se encuentra fragmentada.

Hábitats y hábitos: Altos Andes, zonas áridas y semiáridas. En lugares con vegetación pobre donde predomina un pastizal ralo. No hay árboles y únicamente se encuentran arbustos rastreros (Provincias fitogeográficas Altoandina, Puneña y Estepa Patagónica). A partir de las escasas observaciones sobre este gato en la naturaleza, pueden inferirse sus hábitos solitarios y su carácter relativamente confiado. Se desconocen sus aspectos reproductivos. Es posible que ocupe galerías de mamíferos cavadores para dar a luz o aproveche las grietas entre las rocas. No se le conocen predadores naturales, y se ha especulado acerca de cierta interacción competitiva con el gato de los pajonales, con el que comparte su hábitat. Si bien es de hábitos predominantemente nocturnos hay una considerable probabilidad de encontrarse activos a lo largo de todo el día. Se encontró que estaría asociado a la presencia de chinchillones (Lagidium viscacia) y que, además, puede predar sobre aves acuáticas, aunque su dieta esta mayormente conformada por roedores pequeños, especialmente el géneros Phyllotis y el ya mencionado chinchillón.

Conservación: La Alianza Gato Andino (AGA, organización que nuclea a las personas que trabajan en conservación e investigación de este félido a lo largo de sus cuatro países de distribución: Argentina, Chile, Bolivia y Perú) reevaluó y recategorizó en el año 2011 las amenazas a su conservación, siendo estas, ordenadas según su importancia: Perdida y degradación de hábitat (mayormente debido a actividades extractivas, turismo no regulado y sobrepastoreo), caza (oportunísica, paliativa y tradicional), reducción poblacional de presas, enfermedades introducidas e hibridización. Respecto a la representación de esta especie en áreas protegidas nacionales, su presencia está confirmada en el Parque Nacional San Guillermo (provincia de San Juan) y deberían confirmarse registros en el Parque Nacional Campo de Los Alisos (Provincia de Tucumán). De acuerdo a los datos digitalizados en el Sistema de Información de Biodiversidad, otra área protegida donde se registró la especie sería la Reserva de Biosfera de la Laguna de Los Pozuelos.

 

 


 

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