El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) aprobó el pasado 30 de marzo el primer lote a control de la primera vacuna biotecnológica contra la rabia animal.
El desarrollo de la nueva vacuna del que participaron científicos de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y del CONICET, comenzó en el año 2008 a partir de partículas pseudovirales y generada en células animales modificadas por ingeniería genética.
Desde la UNL señalan que la producción de la vacuna Rhabdo-Like Recombinante (VLPs) es un logro alcanzado gracias al trabajo articulado entre el sector público y el privado ya que el conocimiento del sistema científico nacional fue potenciado por las capacidades de Zoovet, Cellargen Biotech y Biotecnofe para permitir que este avance innovador sea realidad.
“El nuevo hito en torno a este desarrollo es que el 30 de marzo recibimos por parte del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) el Certificado de Aprobación del primer lote a control de la vacuna para la enfermedad de la rabia animal. El próximo paso es producirla a escala industrial y comenzar la comercialización”, aseguró Claudio Prieto, investigador de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la UNL quien además se desempeña como director del proyecto y es titular de dos de las empresas involucradas.
Por su parte, el rector de la UNL, Enrique Mammarella, remarcó: “Este logro es muy importante para el sistema científico público. Implica, además, un gran orgullo que una investigación de esta naturaleza se desarrolle en el ámbito de una universidad pública como la UNL y subraya nuevamente el valor del trabajo articulado con el sector privado. Se trata de una tecnología desarrollada integralmente en nuestros laboratorios y marca un salto tecnológico a nivel mundial”.
El producto es una vacuna antirrábica para ser aplicada en perros, gatos y el ganado que tiene la misma eficacia que otras disponibles en el mercado.
“Se trata de una vacuna innovadora, de características especiales, ya que no emplea virus en su sistema productivo, lo que lo hace mucho más seguro. Se realiza en base a una partícula similar a virus (virus like particle), que hemos desarrollado en la Universidad Nacional del Litoral, en la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas. Luego de un proceso de investigación y desarrollo, que llevó aproximadamente unos 15 años, hoy podemos producirla para ser empleada para la sanidad animal”, explicó Prieto.
Su innovación está en su método de producción, que al estar basado en proteínas recombinantes no involucra al virus de la rabia: “las células fueron modificadas en su genoma para producir una estructura o partícula pseudoviral compuesta de glicoproteínas idénticas a las que presenta el virus pero sin contener su genoma. Esa partícula es incapaz de provocar una infección, pero sí protección en el animal vacunado”, comentó Prieto.
Esto es beneficioso para los animales vacunados, ya que desencadena una respuesta inmune protectora y anticuerpos neutralizantes del virus de la rabia, y que, a diferencia de otras vacunas actualmente disponibles, no provoca efectos adversos como manifestaciones de dolor.
Adriana Ortolani, decana de la FBCB-UNL, valoró que “la temática de estas partículas comienza a partir de un proyecto de tesis doctoral en el marco de una de las carreras de posgrado de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas y culmina atravesado por un proyecto de vinculación y transferencia de tecnología. En este sentido, valoramos la contribución del sector público en el desarrollo y en la innovación que tiene necesariamente que articularse con el sector productivo para poder llegar a la sociedad y así constituirse en agentes de desarrollo de la comunidad”.
En este sentido, Diego Fontana, también docente investigador de la UNL y el Conicet, comentó que “el trabajo empezó en el año 2008, cuando estaba cursando mi proyecto de fin de carrera de la Licenciatura en Biotecnología, donde empezamos a procesar la idea y a hacer los experimentos. Como los resultados fueron positivos continué las investigaciones en mi trabajo de tesis doctoral. Avanzando con el desarrollo científico, y en mi caso ya como investigador del Conicet y en la FBCB, analizamos la eficacia de la vacuna. Luego tuvimos que vincularnos con el sector productivo, con empresas del sector de la sanidad animal para que pueda convertirse en un producto, una tecnología que sea efectiva, y que pueda ser aplicada en animales para afrontar una enfermedad como la rabia”.
Por su parte Claudio Prieto agregó: “Es un proyecto conjunto en el que intervienen varias entidades, por un lado, la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas, donde comenzamos a hacer los primeros ensayos y desarrollos. Luego fundamos una empresa biotecnológica, que se denomina Cellargen Biotech, que continuó con parte del desarrollo de esta vacuna. A partir de la fundación de esa empresa, spin off universitario, surgió la posibilidad de vincularnos con el sector productivo veterinario y dio lugar a la creación de otra empresa que hoy es Biotecnofe SA, donde se va a realizar la producción del principio activo y luego finalmente comercializarse a través de la empresa Productos Veterinarios SA (Zoovet) que se encuentra en el Parque Tecnológico del Litoral Centro”.