Como en todos los ámbitos de la vida, en el trabajo hay personas con diferentes características, cualidades, aptitudes, actitudes y, sobre todo, formas de ser.

La profesora en psicología organizacional Amy Wrzeniewski, de la prestigiosa Universidad Yale, junto a otros colegas considera que existen tres enfoques diferentes de ver el trabajo. Algo que no tiene que ver con la vocación, los estudios o los títulos obtenidos, sino con la visión que las personas tienen de la vida.

Los tres tipos de perfiles de trabajadores según Amy Wrzeniewski son:

1) Los que trabajan para vivir

Básicamente forman parte de este universo quienes tienen como objetivo recibir el pago y/o los beneficios para mantener sus pasatiempos, su familia o su vida fuera del trabajo. Buscan tener comida en su mesa y contar con un techo para vivir y prefieren trabajos que no interfieran en su vida personal.

El trabajador con este perfil es probable que no tenga una fuerte conexión con el lugar de trabajo o con sus deberes laborales. Consideran que el trabajo es un medio para llegar a un fin.

2) Los que ven al trabajo como un camino para obtener estatus

Este perfil de personas ven al trabajo como el camino para obtener reconocimiento social y progreso económico. Los estudios y los títulos son escaleras que contribuyen a ese fin.

3) Los que ven al trabajo como una vocación

Las personas con este perfil ven al trabajo como parte de su vida y su identidad.

El trabajo es para ellos una forma de autoexpresión y realización personal.

Los trabajadores con este perfil, que también pueden desear obtener un buen sueldo y beneficios, suelen encontrarse en general más satisfechos con su trabajo y sus vidas.

Trabajar para vivir "bien"

Más allá de la clasificación de la especialista, lo ideal sería que el trabajo, además de ser un aporte hacia la sociedad, fuese una fuente de bienestar personal y de felicidad. Es decir, que uno sea feliz con el trabajo que tiene y en el cual debería estar reflejada la vocación o la actividad que mayor satisfacción le da a la persona. Lamentablemente no todos los trabajadores pueden lograr ese objetivo.

Una encuesta realizada por la consultora Healthy Companies International, a más de 500 trabajadores estadounidenses, se les preguntó: ¿Cómo afecta su trabajo a su habilidad para disfrutar la vida?

Los resultados de la encuesta indicaron que solo el 26% de los trabajadores encuentra felicidad y realización en su trabajo, mientras que el 60% ve su actividad laboral únicamente como una forma de recibir ingresos y, de esta forma, poder satisfacer otras necesidades. Por otro lado, el 11% de los trabajadores encuestados se queja de que su trabajo les roba toda su energía y su felicidad.

Quienes trabajan ejerciendo una profesión, muy probablemente lo evaluarán dependiendo en gran parte de lo que cada uno percibe acerca del ejercicio de su profesión, del nivel de vocación y de la satisfacción que tenga respecto a su situación laboral.

Buscar el equilibrio entre la profesión, el trabajo y el "buen vivir" es una búsqueda personal que muchas veces se ve alterada por circunstancias ajenas, pero también por situaciones que la misma persona provoca y que al no lograr superar, la llevan a no poder disfrutar adecuadamente de la vida, del trabajo, e incluso de la profesión que eligió.