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domingo 25 de mayo de 2025 - Edición Nº2278
Vet Market » Profesión » 15 nov 2021

La Columna del Dr. Rubén Hugo Somoza

"La Clínica es Soberana"

Esta afirmación es palabra santa entre los médicos veterinarios y realmente tiene mucho sentido en la medida que tengamos una estructura preestablecida para realizar la consulta y la cumplamos al pie de la letra.


En los últimos años he notado que muchos colegas revisan muy por encima a los pacientes y prestan poca atención a la anamnesis o indagan en forma muy superficial al propietario. Este proceder induce a cometer graves errores diagnósticos.

¿Quién más que el propietario puede darnos pistas concretas sobre los cambios que ha experimentado el paciente y que motivaron la consulta? 

No necesitamos inventar nada, solo debemos aprender a preguntar bien y sobre todo saber escuchar atentamente.

Entonces, mi primer consejo es:

1. Hacer una correcta anamnesis. No dejar pasar ningún detalle y si queda alguna duda o algo del relato no nos cierra, preguntar de manera diferente las veces que sea necesario. La segunda clave es realizar una minuciosa revisación clínica. Poner en práctica todo lo que aprendimos en semiología.

2. Mi segundo consejo es ser obsesivos con la revisación. Detallada y siguiendo un orden preestablecido, sin saltear nada. Tomar nota de cada hallazgo, ordenarlos según la importancia. Al terminar es imprescindible hacer un resumen de los hallazgos. Hacer foco en lo fundamental, no más de 3 ítems como máximo.

3. Solicitar los métodos complementarios y estudios que sean necesarios y siempre explicar porque se los solicita y que importancia tienen para confirmar el diagnóstico presuntivo.

Para solicitar estudios o pedir interconsulta con especialistas hay que tener dos premisas:

a. Debemos confiar en quien realiza los estudios y en el especialista que derivamos, de lo contrario en vez de ayudar a confirmar el diagnóstico presuntivo, generan confusión.

b. Debemos tener una comunicación fluida con el especialista y el laboratorio. Es decir, debemos preguntar si no nos queda claro algo y aceptar que nuestro diagnóstico presuntivo pueda estar equivocado, si los resultados no son los esperados.

La clínica es soberana pero para que esta afirmación sea cierta hace falta realizar un camino diagnóstico basado en una revisación a consciencia, valorando en su real medida los hallazgos y confirmando la sospecha con los métodos complementarios o las interconsultas que correspondan en cada caso.

 

 

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