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miércoles 30 de abril de 2025 - Edición Nº2253
Vet Market » Profesión » 12 oct 2021

Salud Pública

Leishmaniosis felina: un problema emergente

La epidemiología y prevalencia de la infección en gatos es poco conocida y los resultados son muy diferentes, según la técnica utilizada para el diagnóstico o la zona geográfica. Independientemente de ello, el aumento de casos en los últimos años comienza a ser preocupante.


La leishmaniosis es una de las enfermedades transmitida por vectores más importantes en humanos y se considera endémica en áreas tropicales y subtropicales, donde las temperaturas más altas favorecen el desarrollo de su vector, los flebótomos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima entre 700.000 y 1.000.000 de casos nuevos en humanos al año.

Esta enfermedad zoonótica es causada por la infección de protozoos Leishmania spp. y las formas más graves las produce Leishmania infantum, que predomina en la región mediterránea. Este parásito es habitual de perros y seres humanos, pero se ha observado un incremento en los casos de infección por L. infantum en gatos en los últimos años, principalmente en zonas donde la enfermedad es endémica. 

Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Veterinaria UCH CEU, recientemente publicado en la revista Veterinary Science, considera que el uso de repelentes de flebótomos en perros domésticos (Canis lupus familiaris) para evitar la leishmaniosis ha provocado que el parásito busque otros huéspedes mamíferos como los gatos domésticos (Felis catus).

 

 

"La epidemiología y prevalencia de la infección en gatos es poco conocida y los resultados son muy diferentes, según la técnica utilizada para el diagnóstico o la zona geográfica. Independientemente de esta disparidad en los datos recopilados hasta el momento sobre la prevalencia de infección en gatos, el aumento de casos comienza a ser preocupante, sobre todo porque los gatos son la segunda mascota más frecuente del mundo. Por otro lado, existe poco conocimiento sobre los signos clínicos de la enfermedad en gatos y estos no se pueden comparar con los encontrados en perros, ya que las dos especies presentan diferencias significativas en su respuesta inmune a patógenos, como los títulos de anticuerpos en sangre. De esta forma, la práctica clínica habitual aplicada en perros no es útil para gatos infectados. Además, alrededor de la mitad de los gatos infectados se recuperan espontáneamente, por lo que aumenta el peligro de esta especie como reservorio del parásito. El hecho de que no podamos utilizar los mismos repelentes que en perros, y el aumento de parásitos farmacorresistentes, hace necesario realizar más estudios para ampliar el conocimiento sobre aspectos clínicos y preventivos para reducir o erradicar esta zoonosis en gatos", concluyen los investigadores en su estudio.

 

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