Investigadores del Departamento de Pediatría de la Universidad de Monash y del Instituto de Investigación Médica de Hudson, consideran que el conocimiento detallado sobre las respuestas inmunitarias que sustentan COVID-19 (enfermedad por coronavirus 2019) y sobre las estrategias que utiliza el SARS-CoV-2 para evadirlas, puede proporcionar una guía fundamental para los investigadores y médicos que desarrollan y administran terapias inmunomoduladoras que pueden salvar vidas.
El estudio, publicado en Science Inmunology, concluye en que la desregulación inmunológica representa un elemento central de la patogénesis de COVID-19, y la forma y el grado de esta desregulación determina en gran medida la gravedad de la enfermedad. Por lo tanto, comprender el desarrollo de la inmunopatología inducida por el SARS-CoV-2 durante las tres etapas clínicas de COVID-19 es fundamental para identificar qué enfoques inmunomoduladores son los más adecuados para pacientes individuales en un momento dado.
En los primeros días de la pandemia, los ensayos tenían que diseñarse sin tal comprensión y, por lo tanto, no es sorprendente que se considere que algunas estrategias han fracasado, al menos en la forma probada hasta ahora; los ejemplos destacados incluyen hidroxicloroquina o cloroquina y azitromicina.
La revisión llevada a cabo en el estudio proporciona una descripción general de los fundamentos científicos a partir de los cuales se puede derivar la orientación sobre la priorización de los estudios de investigación, el tratamiento de pacientes individuales y la elaboración de ensayos clínicos y políticas.
A la luz del éxito del murciélago en la contención de CoV y de las estrategias de evasión inmunológica de la familia CoV, enfoques como la reducción de la señalización del inflamasoma o el aumento moderado de la bioactividad del IFN de tipo I y III al principio de la enfermedad o de forma profiláctica parecen prometedores. Un ejemplo innovador de este último es un agonista de molécula pequeña de STING, diABZI, que se identificó mediante el cribado de alto rendimiento de fármacos dirigidos a las vías de detección inmunitaria en las células pulmonares. Al aumentar transitoriamente la señalización de IFN.
Las brechas de conocimiento clave en el campo COVID-19 incluyen actualmente investigaciones detalladas de la biología molecular del SARS-CoV-2 (por ejemplo, elucidación funcional de sus proteínas accesorias y estrategias de evasión inmunológica), la mejora de la confiabilidad de los biomarcadores para la estadificación de la enfermedad y el potencial interacciones entre el virus y el microbioma huésped. De hecho, la interacción entre la defensa del huésped, el SARS-CoV-2, y los microbiomas intestinales y pulmonares pueden explicar, al menos parcialmente, la influencia de la edad y las comorbilidades en la gravedad del COVID-19 y, sobre todo, porque aprovechar el eje intestino-pulmón puede ser terapéutico.