El puma, león de montaña o león americano (Puma concolor) es un mamífero felino de la familia Felidae.

Esta especie, que es autóctona de la región, está en peligro al encontrarse permitida su caza como trofeos.

La actividad está reglamentada desde 1981 por el Decreto 666/97 de la Ley Nacional 22421 de Conservación de la Fauna, permitida y autorizada por el gobierno de facto de Jorge Rafael Videla. La misma también habilita la exportación e importación de las piezas que obtienen los cazadores.

En respuesta a estas prácticas, las ONGs Pumakawa, Humane Society Internacional, Fundación Cullunche y la Red Argentina Contra el Tráfico de Especies Silvestres (RACTES) han lanzado la campaña “No a la caza de pumas, trofeos de caza” para que las autoridades escuchen su reclamo.

Según afirman estas organizaciones, en muchos de los cotos de caza habilitados se liberan a los animales en lugares cercados, donde no tienen escapatoria. Además, los animales son sedados, mantenidos en pésimas condiciones de bienestar animal sin higiene, ni sanidad y se les proporciona carne salada, pero no agua. 

Argentina es el séptimo país exportador y 23° importador de “trofeos de fauna” del mundo, siendo una de las especies más codiciadas el puma, según datos extraídos de la Convención CITES, 2015-2017. 

La campaña “No a la caza de pumas, trofeos de caza” plantea:

● Detener la Caza por Trofeos de pumas en Argentina.

● Reconvertir los criaderos y cotos de caza de pumas en espacios de protección y conservación de la fauna.

● Detener la importación y exportación de los trofeos de caza.

La campaña reivindica el derecho animal del puma y su rol fundamental en el ecosistema.