La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) ha lanzado recientemente una estrategia mundial sin precedentes sobre la sanidad de los animales acuáticos con el respaldo de sus 182 Miembros.

El objetivo de la estrategia es proteger la sanidad de la vida bajo el agua y garantizar un futuro sostenible para todos.

La preocupación de la OIE se basa en que las enfermedades animales amenazan el crecimiento sostenible del sector de la acuicultura y, en consecuencia, uno de los suministros de alimentos más importantes para toda la humanidad.

Los animales acuáticos representan hoy la principal fuente de proteínas para miles de millones de personas en todo el planeta y se espera que la demanda aumente a medida que la población mundial se acerca a los 10 mil millones de habitantes.

La OIE considera que dado que es probable que sigan apareciendo nuevas enfermedades debido a factores como el cambio climático, malas prácticas de cría o el comercio no regulado, es de crucial importancia que exista una gestión cuidadosa de la sanidad de los animales acuáticos.

La mayoría de estas enfermedades afectan gravemente no solo los sectores de la pesca y la acuicultura, sino también los ecosistemas abiertos en los que suelen vivir estas poblaciones. Por ejemplo, la propagación de una enfermedad de los anfibios conocida como quitridiomicosis ha afectado la biodiversidad mundial, mucho más que cualquier otra enfermedad registrada, desencadenando una crisis de extinción de anfibios. 

Las consecuencias no terminan aquí, puesto que, a escala mundial, los brotes de enfermedades animales representan para la industria acuícola pérdidas de más de 6 mil millones de dólares al año. Además, amenazan la fuente de trabajo y los ingresos de casi 60 millones de personas empleadas por el sector de la producción de animales acuáticos. 

La estrategia se basa en un ambicioso llamado a la acción dirigido a mejorar la sostenibilidad de los sistemas de sanidad de los animales acuáticos. 

En los próximos cinco años, la OIE reunirá a diferentes actores de la comunidad internacional, tales como Miembros de la OIE, expertos, socios, responsables políticos y el sector privado, con el fin de coordinar acciones conjuntas en respuesta a los desafíos del sector acuático. 

Bajo la guía de su nueva estrategia, la OIE continuará desarrollando normas, reforzando capacidades, coordinando la prevención, detección y respuesta a las enfermedades y proporcionando liderazgo. 

(Con información de la OIE)