Los demonios de Tasmania nacieron en el Santuario de Vida Silvestre Barrington en Nueva Gales del Sur, dijo la ONG australiana Aussie Ark. Son producto de la cría de ejemplares que habían sido reintroducidos por el grupo conservacionista en el 2020.

Ahora, a los pocos meses de ese acontecimiento, los conservacionistas identificaron a los nuevos marsupiales, que se criaron en las bolsas de las madres.

El logro se produjo después de tras 3.000 años de su desaparición en estado salvaje, lo que genera esperanzas de que sea exitoso el esfuerzo para su preservación.

Los demonios de Tasmania son marsupiales que se extinguieron en el continente después de la llegada de los dingos, una especie de perro salvaje, y se limitaron a la isla de Tasmania. Sin embargo, su número de ejemplares sufrió otro golpe por una forma contagiosa de cáncer conocida como Enfermedad del Tumor Facial del Demonio (DFTD), que ha matado a alrededor del 90% de la población desde 1996.

Estos animales pesan hasta 8 kilos y tienen pelaje negro o marrón, se alimentan de otros animales de su entormo o de cadáveres, y por lo general no son peligrosos para los humanos.

Aussie Ark proyecta liberar más demonios de Tasmania en la reserva durante los próximos años, ya que estos animales están clasificados como especie en peligro de extinción.

Actualmente se calcula que casi 25.000 demonios viven aún en la isla de Tasmania.