LA COLUMNA DEL DR. RUBÉN HUGO SOMOZA
Evaluación de la infertilidad en la perra - Parte 2
Continuando con la infertilidad de la perra, se desarrollan en esta segunda parte, los tres aspectos a tener en cuenta: la historia o anamnesis, el examen clínico y los problemas.
A- Historia (Anamnesis)
El examen de una perra que se considere infértil debe realizarse después de la evaluación del macho.
El componente más importante en la evaluación del macho es la investigación del semen. Es también importante conocer si el o los servicios anteriores fueron dados en forma natural o por IA.
Todo lo referente al manejo del semen (refrigerado, congelado, traslado, controles de calidad, etc.), la mayor cantidad de datos sobre la progenie de cruzas anteriores, si estuvo enfermo (¿qué?, ¿cuándo?), estado de salud actual, test de brucella (fecha, técnica y resultado).
Si se lo ha evaluado reproductivamente con anterioridad, es bueno saber los detalles y resultados de cada evaluación y que profesional lo ha hecho.
La evaluación del macho siempre es mucho más fácil que la de la hembra.
La perra normal es fértil durante aproximadamente 14 días al año, asumiendo que cicla cada 5 a 7 meses.
En contraste, el macho normal debe ser continuamente fértil desde la pubertad (entre los 6 y los 18 meses de edad) hasta la vejez.
Cuando se estudia el semen del macho se debe tener en cuenta que una única evaluación tiene un valor limitado.
La espermatogenesis, desde la división de las espermatogonias hasta la aparición de espermatozoides en el eyaculado, tarda 8 semanas en finalizar. Durante este lapso de tiempo cualquier trastorno del sistémico importante puede inducir cambios secundarios en el sistema reproductivo.
Es necesario entender que las evaluaciones de semen único realizadas algún tiempo antes del apareamiento o incluso el hecho de que el macho haya tenido otras camadas anteriores, no significa que se pueda garantizar su fertilidad actual.
También es importante distinguir entre una evaluación seminal normal y la capacidad de fertilización del semen, que solo puede asegurarse en el macho por los antecedentes de crías exitosas.
Un eyaculado que contiene un número normal de espermatozoides (200 millones a 1000 millones por eyaculado) con motilidad normal (motilidad progresiva mayor al 90 %) y morfología normal (mayor del 90 % de formas normales), es una fuerte evidencia de fertilidad.
Aunque es raro, los espermatozoides pueden parecer morfológicamente normales y sin embargo no poder completar la fertilización. Si hay duda con respecto al impacto del macho en la fertilidad, se debe utilizar un macho alternativo recientemente probado para el próximo intento.
Es relevante conocer la historia completa de la hembra e identificar las probables áreas problemáticas de su performance reproductiva.
Es importante ser minucioso, incluyendo no solo el manejo reproductivo y los registros de cría, sino también antecedentes de salud general, incluido el medio ambiente del criadero.
- Datos sobre otros reproductores (ver si el problema es individual o hay antecedentes similares en otras perras),
- Condiciones de las instalaciones,
- Terapia profiláctica de rutina (vacunas, prevención de filarias, control de pulgas y garrapatas, régimen de desparasitación interna),
- Medicación actual si la hubiera
- Historial de viajes.
De particular interés son:
- La edad,
- La (s) fecha (s) de inicio de los ciclos anteriores (si fuera el caso),
- Método de determinación del momento de ovulación utilizado en el pasado y sus resultados (si los hubiera),
- Fechas de servicio natural / inseminación con respecto a los resultados de la determinación del momento de la ovulación, (es decir cuando se realizaron los servicios con respecto a la fecha de ovulación)
- Preñeces anteriores (si corresponde),
- Método de diagnóstico de preñez,
- A cuantos días del servicio o de la fecha de ovulación se realizó el diagnóstico de preñez,
- Datos sobre las preñeces pérdidas (si se conoce),
- Número de camadas anteriores,
- Tamaño de la camada,
- Historial reproductivo de la madre
- Historial reproductivo de las hermanas.
- Si hay antecedentes de una aparente falta de ciclo,
- Falta de concepción después de un solo apareamiento,
- Uso del mismo macho en cada ciclo,
- Si hubo "servicios forzados" (sin que la hembra acepte al macho)
Todos estos datos pueden ayudar a identificar un problema potencial y proporcionar una base para el abordaje clínico.
B- Examen físico
Se debe completar un examen físico completo antes comenzar un examen del sistema reproductivo.
Durante el examen físico, hemos identificado, por ejemplo, defectos cardíacos congénitos potencialmente mortales en perras que concurrieron a la clínica para una evaluación veterinaria simplemente porque se pensaba que eran infértiles.
Luego de completar el examen físico, el veterinario debe evaluar los genitales externos en forma minuciosa.
La conformación vulvar y luego examen digital de la bóveda vaginal y el recto.
La palpación cuidadosa del abdomen puede aportar datos.
Luego debe obtenerse una citología vaginal para determinar la etapa del ciclo estral.
Si la citología vaginal es compatible con diestro o anestro (ambas fases tienen predominantemente células parabasales e intermedias, pero el anestro es menos celular), se debe realizar una ecografía abdominal para evaluar la morfología de los ovarios y el útero.
La hembra supuestamente infértil debe ser primariamente examinada inmediatamente (días o semanas) antes del inicio del proestro, con el objetivo de tener suficiente tiempo para realizar un cultivo y antibiograma del fondo de la vagina y establecer un plan de cría para ese ciclo con la debida antelación.
Si la perra está en proestro o estro, la función ovárica se puede evaluar buscando el momento de la ovulación, por determinación de progesterona, determinación de Lh, vaginoscopia, fibroscopia o ecografía ovárica. Cuantos más métodos diagnósticos se utilicen menor posibilidad de errores habrá.
En esta situación, la fertilidad de la perra se puede evaluar asegurando que se la sirve en el momento adecuado.
Si la evaluación de la perra se realiza en otros momentos del ciclo, no será posible hacer una correcta interpretación que nos permita diagnosticar la ovulación y aconsejar el servicio en el momento adecuado.
Después de finalizado el examen físico, recomendamos una mínima base de datos que consta de:
- Hemograma completo,
- Perfil bioquímico sérico,
- Análisis de orina (con cultivo si está indicado) y
- Serología para brucella.
Este screening nos ayuda a detectar la evidencia de enfermedad sistémica.
Al mismo tiempo se requiere conocer el historial de vacunación y desparasitación interna, externa y filarias.
Las anomalías significativas detectadas en una base de datos mínima o un examen físico deben evitar que la hembra se utilice para la reproducción.
Si la resolución del problema es posible, la perra siempre debe ser reevaluada, después del tratamiento, para tener una resolución definitiva, sea intentar un nuevo servicio o descartarla definitivamente del plantel reproductor.
No se deben utilizar animales con anomalías genéticas significativas para la cría.
La vaginoscopia o mejor aún la endoscopia del fondo de la vagina puede aportar datos muy interesantes que no se pueden observar de otra manera.
La vaginoscopia si es posible endoscópica debería formar parte de la admisión de todo hembra que se desea utilizar para la reproducción.
Las bridas vaginales, los septum vaginales y otras alteraciones morfológicas y patológicas solo se pueden detectar de esta manera.
Si se cree que una perra está completamente sana después evaluar la historia y el examen físico, hay que realizar una lista de posibles problemas para intentar diagnosticar la causa de la aparente infertilidad.
C- Lista de problemas
Luego de obtener una historia detallada y complementarla con un completo examen físico, que nos ayude a determinar además la etapa del ciclo en que se encuentra la hembra, estamos en condiciones de hacer una pormenorizada lista de problemas y formular un plan de manejo o diagnóstico.
Es prudente a esta altura, conversar con el propietario para conocer sus expectativas.
La clasificación en 4 categorías propuesta más arriba ayuda en la construcción de una lista diferencial.
Si la perra está en anestro tardío o en proestro temprano, estamos en condiciones de estudiar el ciclo actual y recomendar una estrategia para abordar el problema e intentar solucionarlo.
La próxima semana seguiremos avanzando en este apasionante tema…