Estudio
La importancia de la convivencia con perros en el desarrollo socioemocional de los niños
Un estudio relaciono el impacto que tiene la tenencia de un perro como animal de compañía, el juego y el paseo, con el desarrollo socioemocional de los niños pequeños.
La actividad física regular proporciona a los niños beneficios para la salud y el desarrollo que incluyen un peso saludable, una mejor salud ósea, un mejor estado cardiovascular y un mejor desarrollo motor, cognitivo, social y emocional. Además de estimular la innovación.
En tanto la inactividad física y el aumento de los comportamientos sedentarios en la infancia, son problemas importantes de salud pública que requieren estrategias eficaces y dirigidas a las familias y a los niños.
Las estadísticas demuestran que la actividad física de los niños de entre 2 y 5 años es de 3 horas diarias en promedio.
Se requieren estrategias para mejorar los niveles de actividad física en los primeros años. Una de las estrategias que permite mejorar los niveles de actividad física de los niños es la convivencia con perros.
Al respecto, un estudio publicado recientemente en Pediatric Research, investigó y demostró el impacto positivo que tienen el juego activo y el paseo familiar con el perro en el desarrollo socioemocional en los niños pequeños.
Para el desarrollo del estudio los investigadores encuestaron a 1646 padres. Algunos de ellos tenían perros como animales de compañía y otros no.
También se utilizó un análisis secundario de los datos de la cohorte de estudio "Espacios y entornos de juego para la actividad física de los niños" (PLAYCE) (2015–2018). El estudio PLAYCE investigó la educación y el cuidado de la primera infancia (ECEC), el hogar y las influencias del vecindario en la actividad física de los preescolares.
Los resultados obtenidos determinaron que los niños pequeños de familias que tenían perros y con los que habitualmente los niños jugaban y paseaban con ellos, tenían menores problemas de conducta y comportamientos prosociales más altos que los niños de familias no propietarias de perros.
Los investigadores concluyeron en la importancia de que los niños pequeños crezcan en compañía de perros, pudiendo interactuar con ellos a través del juego y los paseos, para fortalecer los mecanismos de desarrollo socioemocional.
Los perros le aportan a los niños el sentido de la responsabilidad, identidad e independencia, amor incondicional y lealtad, y el desarrollo del lenguaje y las habilidades verbales. Además, las interacciones positivas entre niños y mascotas permiten aumentar el desarrollo social y emocional de los niños pequeños en áreas como la autoestima, la autonomía, la empatía, la confianza, la autoconfianza y los vínculos sociales.
La actividad física tiene el potencial de mejorar los resultados sociales, emocionales y de salud física en los niños.