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Condenan a dos hombres por utilizar perros como "armas" para robar
Sucedió en la ciudad de Córdoba, Argentina. Los imputados habían amedrentado con un rottweiler y un dogo argentino a un transeúnte para que les entregara sus pertenencias. La justicia consideró que los animales fueron un “arma impropia” para hacer más vulnerable a la víctima de un robo.
Un macho dogo argentino y una hembra rottweiler caminaban atados por las calles de la ciudad de Córdoba junto a su dueño y un acompañante, pero no para su esparcimiento, sino para utilizarlos como "armas".
Todo ocurrió en abril de 2018, en el cruce de las calles Yaradola y República de Siria, en el barrio General Bustos de la capital cordobesa. Por ahí caminaban Hernán Amatto y Facundo “Chino” Oviedo Heredia, junto a los dos perros atados, pero sin bozal.
En el momento que venía caminando de frente Facundo Mena, de 16 años los imputados lo cercaron con sus perros arrinconándolo contra la pared y ante la amenaza de que le soltarían los perros le pidieron que les entregara lo que tenía.
La víctima les dio la mochila, mientras ellos le revisaban los bolsillos. Se quedaron con su billetera, el celular, las zapatillas y otras pertenencias.
El caso llego a juicio y la Cámara en lo Criminal y Correccional de 2º Nominación de la ciudad de Córdoba condenó a los dos imputados a cinco años de prisión por el delito de robo calificado por considerar que los perros fueron utilizados como "armas impropias".
La sentencia, la dio a conocer este jueves 28 de mayo por el Poder Judicial de la provincia.
La camarista unipersonal, Inés Lucero, estuvo a cargo del proceso de enjuiciamiento y en la sentencia consideró que "un arma impropia es todo objeto que, circunstancialmente, aumente el poder ofensivo del hombre debido a su efectivo empleo como medio violento", como lo establece el artículo 166 inciso 2 primer supuesto del Código Penal.
En ese sentido, la magistrada añadió que los perros fueron tomados como armas "no tanto por la materia, sino por la forma y el uso a la cual se destina, siendo necesario además que el instrumento tenga una real aptitud ofensiva".
Entre los elementos de prueba, se menciona el informe de la Sección de Veterinaria Legal de la Policía Judicial, en donde se afirma que los animales utilizados en el asalto reúnen las características de perros potencialmente peligrosos, dado su peso de más de 40 kgs, la contextura física y la fuerza mandibular con capacidad de causar lesiones e incluso la muerte a personas u otros animales.
La defensa de los imputados rechazó la figura de "armas impropias", al sostener que para eso se necesita de un "dominio total y absoluto del sujeto activo para manejarla y manipularla". Sin embargo, la camarista Lucero dijo que "ambos perros fueron utilizados para acometer intencionalmente contra el damnificado y lograr sus fines furtivos".
Los perros nunca fueron secuestros. Cuando la policía se hizo presente en la casa de los imputados, los perros ya no estaban. Los habían ofrecido por Internet.