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viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº1877
Vet Market » Revista » 3 abr 2020

Suplemento Especial COVID-19

La cuarentena impactó fuerte en veterinaria y se plantean dudas sobre el día después

Los Médicos Veterinarios fueron exceptuados de la cuarentena obligatoria decretada por el Gobierno Nacional por el COVID-19, sin embargo el 87% de los profesionales se siente muy afectado económicamente. Sobre el impacto sufrido y sobre el rol como agentes de salud, opinan destacados profesionales.


Antes de que se expandiera el COVID-19 en nuestro país, Vet Market había realizado en su Portal de Noticias una encuesta entre los lectores Veterinarios preguntándoles si sus ingresos le alcanzaban para pagar sus gastos. En aquel momento el resultado indicaba que al 40% no le alcanzaba nunca, que al 33% le alcanzaba a veces y solo al 27% le alcanzaba siempre.

Ahora, tan solo un mes después y ya en plena cuarentena por la pandemia, le hemos preguntado a los Veterinarios que nos siguen en nuestra red social Instagram, si la cuarentena está afectando la actividad comercial de sus servicios veterinarios. La respuesta fue contundente: el 87% de los Veterinarios dijo que le afecto y mucho. Al 13% restante le afecto un poco.

Estas encuestas muestran que gran parte de la actividad profesional ya venía atravesando una situación económica complicada y que ahora, con el COVID-19, la situación general ha empeorado.

Por supuesto, la situación que atraviesan los Veterinarios en nuestro país, no es exclusiva ni del sector, ni de la región. Es una problemática que no solo afecta a todo el mundo, sino que también marcará un antes y un después y los cambios se verán en distintos niveles.

 

 

Para conocer cómo los Veterinarios están viviendo este momento tan particular, destacados profesionales comparten a continuación sus experiencias.

 

 

Dra. Silvina Muñiz

Directora de Vet Clínica y Presidenta de AVEACA

La cuarentena está impactando muy fuerte a las Veterinarias. Los Veterinarios somos agentes de salud y por lo tanto tenemos que mantener la atención profesional a los pacientes por que no se los puede abandonar. Si bien cada Veterinario es libre de decidir trabajar o no, o reducir sus horarios de atención, es una decisión de cada uno.

En lo personal decidí hacer la cuarentena y atender solo los casos urgentes o los que considero que necesitan atención médica y no pueden esperar. En estos casos les doy un turno previo y voy a la clínica exclusivamente para atender esos pacientes. No atiendo más de dos pacientes por día, dos o tres veces por semana. El resto lo manejo todo por vía telefónica, por lo tanto las consultas en la clínica se redujeron a cero.

Lo que me llama profundamente la atención es que ante el peligro que significa la pandemia para el ser humano, los animales no parecen ser tenidos en cuenta. Debiera haber mayor conciencia sobre el cuidado que requieren los animales en este momento.

Creo que después de esta pandemia todas las personas experimentaremos cambios y los profesionales no estaremos ajenos a ello.

 

 

Dr. Leonardo Sepiurka

Director del Hospital Veterinario Tortuguitas

Si bien se ha autorizado la atención para aquellos casos que por gravedad o urgencia deban ser asistidos, la continuidad y viabilidad de las veterinarias se encuentra seriamente comprometida.

Aquellos, como en mi caso, que nos encontramos en las franjas etarias de mayor riesgo, si bien estábamos legalmente habilitados a circular por las razones conocidas, debemos permanecer en cuarentena durante esta etapa la que seguramente se prolongará en el tiempo aún en caso de liberación parcial.

Los clientes por temor y también por falta de recursos o de medios de pago dejan de requerir nuestros servicios con la consiguiente disminución de facturación y del mantenimiento de la dinámica propia de las veterinarias, que aún en baja por la situación económica previa a la pandemia, permitía con alguna dificultad la continuidad, cosa que ahora avizora un futuro comprometido.

 

 

Dr. Marcelo Zysman

Presidente de SIAVet

Evidentemente el impacto del COVID-19 sobre la clínica veterinaria fue enorme. Hay un  impacto cuantitativo y un impacto cualitativo.

En cuanto al impacto cualitativo, la gente empieza a ver en el Veterinario a una persona a quien consultarle respecto a la sanidad y a la salud pública, porque entiende claramente que conviviendo con un animal -y aunque no conozca que existe el protocolo de Una Salud de la OMS- reconoce que el profesional Veterinario es el referente natural que puede informarle acerca del alcance que podría llegar a tener la enfermedad sobre los animales de compañía, que como sabemos a la fecha no hay evidencia científica que padezcan ni contagien el COVID-19.

Ahora bien, en cuanto a lo cuantitativo, el impacto en lo económico es muy importante. De cualquier manera, como agentes de salud, debemos entender que la salud es lo primero.

Particularmente he cerrado mi clínica hasta tanto las normativas me permitan abrirla nuevamente y la cerré porque en mi clínica no tenemos urgencias ni emergencias, y aquellos pacientes crónicos que pueden requerir mi atención, puedo -en ese contexto- ubicarlos en un turno específico y atenderlos de esa manera y no por demanda espontánea.

Yo no creo que la excepción que se nos dio a los veterinarios para circular y para trabajar se base en vender una correa, bañar un perro o vender un alimento balanceado. Una excepción es eso, una excepción, y tiene que entenderse desde ese lugar, o sea desde la salud animal para la salud humana. Es una opinión personal, que por supuesto no es más que una opinión entre tantas otras opiniones.

Si los Veterinarios queremos tener el rol que nos gustaría que la sociedad vea en nosotros debemos hacer el esfuerzo.

 

 

Dr. Pablo Campastro

Director de Veterinaria San Gabriel

Obviamente en mi clínica, al igual que en la mayoría de las clínicas veterinarias, la actividad es mucho menor y uno trata de desalentar el movimiento innecesario de la gente haciéndoles entender que en cuarentena por una pandemia se atienden solo urgencias.

Trabajamos con horarios reducidos y realizando solo cirugías programadas. En cuanto a la vacunación se prioriza el plan inicial en cachorros.

Tanto en la faz comercial como en la profesional se trabaja bastante menos. Personalmente considero que en el actual contexto general que estamos atravesando todos, si "salimos hechos" o si "perdemos poco", deberemos darnos por satisfechos.

Soy un tipo bastante optimista y pienso que el mercado veterinario es como un "Ford Falcon" que todos los días arranca y que por ello a pesar de que tendremos varios meses difíciles se va a recuperar.

 

 

El Dr. Lisandro Reynes

Subdirector del Centro de Antropozoonosis de Tres de Febrero y Consultor Dermatológico

Personalmente tengo la suerte de trabajar en el ámbito privado y en el estatal.

Al Centro de Zoonosis estoy yendo a trabajar todas las mañanas y obviamente el trabajo disminuyó mucho.

Por una reglamentación del CVPBA y de Zoonosis Urbanas se suspendieron las castraciones y solo se atienden casos de mordeduras muy graves o focos puntuales como psitacosis y rabia.

En cuanto a mi actividad en la clínica privada también disminuyó mucho el trabajo. La atención se realiza a través de una reja y salvo casos urgentes se hace ingresar a una sola persona a la vez a la sala de espera. También hacemos algunas observaciones antirrábicas domiciliarias con la camioneta pero sin ingresar al interior de las casas.

Definitivamente no atendemos consultas que no consideramos urgentes. Atendemos permanentemente con guantes y barbijos y con todos los cuidados posibles de higiene.

En lo que respecta a mi especialidad como dermatólogo bajó mucho mi trabajo porque no estoy yendo a los consultorios de los colegas. Solo atiendo aquellos pacientes míos que no pueden esperar, previo turno telefónico y comunicaciones vía whatsapp y redes sociales.

Antes de la pandemia prácticamente no tenía tiempo libre, ahora los aprovecho para leer y capacitarme a través de artículos científicos y conferencias online como los webinars. También estoy brindando para los colegas algunas charlas por este medio.

 

 

Dr. Pablo Maure

Director del Centro de Inmunoterapia Veterinaria. MSA MV.

Como Veterinario dedicado a la Inmunología, la especialidad me permite atender pacientes derivados.

Mis pacientes ante descompensaciones, inconvenientes y dudas tienen disponible su Veterinario de cabecera en un 90% por lo cual pueden ser asistidos.

En esta cuarentena me toco estar a 350 Km de Buenos Aires, en el lugar donde vivo que es en la costa atlántica, por lo cual lo que estoy haciendo es atender las necesidades de los propietarios de mis pacientes mediante teleconsultas con la aplicación zoom. Hay que tener en cuenta que muchos de mis pacientes padecen enfermedades crónicas o terminales y sus propietarios suelen hacer consultas o requerir contención frente a sus ansiedades y angustias.

Con esta modalidad que ha resultado muy útil, tanto para mí como para los propietarios, estoy teniendo un promedio de entre 5 y 6 consultas diarias.

Por otra parte, muchos colegas que han sido mis pasantes y a los que he podido formar en la especialidad, hoy pueden asistir a mis pacientes que necesitan una consulta presencial con turno previo en la clínica en la que habitualmente yo venía desarrollando la actividad.

Todo esto me permite sostener, no al 100%, pero de una manera significativa la actividad profesional.

 

 

Dr. Javier Paoloni

Director de Veterinaria Vida

Nosotros hemos sentido el impacto de esta crisis. La gente no se está moviendo en nuestra ciudad (Río Cuarto, Córdoba) y todo lo programado en nuestra veterinaria se pospuso.

Paradójicamente lo que venimos haciendo durante muchos años, es decir la medicina preventiva de "poner perros sanos en la camilla", en esta oportunidad no está sucediendo y el impacto se sintió pero rápidamente hemos implementado cambios, extendiendo los horarios de atención y adicionamos una línea más de teléfono para atender las urgencias.

Nos hemos organizado entre todos los integrantes de la clínica para hacer horarios rotativos y cubriéndonos en las guardias. Solo atendemos con turnos y casos que no pueden esperar.

Como decimos siempre en toda crisis hay oportunidades. Esta es una crisis cruel porque se lleva vidas, no es una de las crisis como las que estamos acostumbrados a "surfear" como las que hemos tenido en este país en los años 1989/90, 2001/02, 2008/09, etc., pero por más cruel que sea tenemos que reaccionar y tratar, dentro de lo posible, de ver que oportunidades podemos aprovechar para que la veterinaria no pare. Hoy la oportunidad es la urgencia y el paciente derivado que necesita una placa, una ecografía o un análisis de sangre, y ese es el servicio que nosotros podemos brindar.

Una clave en las crisis es reconocer lo que está pasando y responder rápidamente. Personalmente considero que nosotros hemos respondido con rapidez. El impacto se ha sentido, no se puede negar, pero lo hemos minimizado garantizando que los seis colegas que me acompañan en la clínica sigamos firmes al pie del cañón.

Podría parecer frívolo hablar de oportunidad en medio de una crisis como la que estamos viviendo en todo el mundo, pero los Veterinarios que ya venimos atravesando el problema del "Burnout" (depresión) debemos estar fuertes y dar un mensaje esperanzador y de aliento, sabiendo que en algún momento todo va a volver a funcionar. Pero también tiene que quedar en claro que no va a volver a funcionar como antes. Indefectiblemente va a haber cambios en los propietarios de nuestros pacientes, en el servicio que brindamos, en los precios. Es entonces, donde los Médicos Veterinarios deberemos tener la virtud de adaptación y la flexibilidad para entender esos cambios y aggiornar nuestros servicios a lo que vendrá a partir de ahora con las expectativas de los propietarios de nuestros pacientes.

Los Veterinarios vamos a tener que entender muy bien que es lo que quieren los propietarios después de esta crisis del COVID-19. El que lo entienda, el que se adapte y flexibilice sus ideas, va a tener más posibilidades de recuperar rápidamente el nivel que tenía antes de la crisis o inclusive superarlo.

 

 

Ante la situación tan delicada y atípica que atraviesa el mundo y por ende la profesión veterinaria, Vet Market pretende, con los datos de las encuestas, mostrar una foto de la realidad y con las opiniones de los Veterinarios un video de esa misma realidad que viven los profesionales en nuestro país para poder componer un cuadro de situación y sobre todo poder analizar cómo podría ser el día después y cómo adaptarse a ese nuevo contexto.

Hablamos del día después aclarando que ello no implica que sucederá por un nuevo DNU de un día para el otro. Cuando la cuarentena obligatoria termine, muy probablemente conviviremos en una transición larga hasta que en el mundo no exista más la amenaza del virus o haya una forma de controlarlo.

¿Cuándo volveremos a reunirnos con grandes aglomeraciones de gente o viajar por el mundo con la libertad que lo hacíamos hasta hace muy poco? 

No sabemos exactamente cómo será el nuevo futuro, pero uno puede imaginar que será diferente.

Hemos aprendido y nos hemos acostumbrados a usar nuevas plataformas tecnológicas para trabajar a distancia y para capacitarnos participando de teleconferencias y compartir experiencias con colegas de cualquier parte del mundo en tiempo real desde la comodidad de nuestras casas. Muchos docentes y alumnos descubrieron también que se puede enseñar y aprender del mismo modo.

Desde el punto de vista de la seguridad y de la conveniencia práctica y económica no sería extraño imaginar que algunas de estas nuevas costumbres hayan llegado para quedarse

El mundo ha cambiado muchas veces, y ahora lo está haciendo de nuevo. Todos tendremos que adaptarnos a una nueva forma de vivir, trabajar y relacionarnos.

Una palabra que será clave en esta próxima etapa que nos tocará vivir será: resiliencia.

La resiliencia se refiere a la capacidad de sobreponerse a momentos críticos y adaptarse luego de experimentar alguna situación inusual e inesperada. Es la aptitud que tiene una persona o un grupo de recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro.

En ocasiones, las circunstancias difíciles o los traumas permiten desarrollar recursos que se encontraban latentes y que el individuo desconocía hasta el momento.

 

Si algún Veterinario desea compartir su experiencia y/o su visión de cómo cree que continuará esta nueva realidad que puede resultar paradigmática o paradójica para la profesión, lo invitamos a que nos escriba a: [email protected]

 

 

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